BILINGUAL: San Martín y el Golpe de Estado en Argentina / San Martín and the Coup d’État in Argentina
Las Madres de Plaza de Mayo / Archivo Hasenberg-Quaretti / CC BY-SA 3.0
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El mes de agosto ha sido testigo de eventos cruciales en la historia de nuestra Argentina, eventos que han dejado huellas imborrables en la memoria colectiva del país. El 17 de agosto de 1850, Argentina perdió a uno de sus más grandes héroes, el General José de San Martín. En contraste, el 22 de agosto de 1976, el país enfrentó uno de los momentos más oscuros de su historia con la consolidación de una dictadura militar brutal. Estos dos eventos, separados por más de un siglo, reflejan la lucha continua de Argentina por la libertad, la justicia y la dignidad.
José de San Martín es hasta la fecha una figura emblemática en la historia de Argentina y América del Sur. Su visión de un continente libre de la dominación colonial lo llevó a liderar las campañas de independencia en Argentina, Chile y Perú. San Martín es recordado no solo por sus hazañas militares, sino también por su profundo compromiso con los ideales de libertad y justicia. Su frase “Seamos libres, que lo demás no importa” resuena en los corazones de los argentinos como un llamado eterno a la independencia y la autodeterminación.
San Martín falleció en Boulogne-sur-Mer, Francia, el 17 de agosto de 1850. Su muerte fue una pérdida inmensa para el país, pero su legado perduró. Durante la dictadura militar que se instauró en 1976, las palabras de San Martín fueron evocadas por aquellos que luchaban contra la opresión y la injusticia. Su visión de una Argentina libre y soberana se convirtió en un faro de esperanza en tiempos de oscuridad.
El Golpe.
El 24 de marzo de 1976, un golpe de estado militar derrocó al gobierno democrático de Isabel Perón, instaurando una dictadura que duraría hasta 1983. Sin embargo, fue en agosto de 1976 cuando la dictadura comenzó a consolidarse, marcando el inicio de uno de los períodos más oscuros de la historia argentina. Los militares, liderados por Jorge Rafael Videla, lanzaron una campaña de terror conocida como la “Guerra Sucia”, destinada a eliminar cualquier oposición política.
El golpe de estado no solo destituyó a un gobierno democrático, sino que también desmanteló las instituciones y derechos que San Martín y otros héroes de la independencia habían luchado por establecer. La dictadura implementó una represión brutal que incluyó desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones sumarias. Se estima que alrededor de 30,000 personas fueron desaparecidas durante este período, muchas de ellas jóvenes estudiantes, trabajadores y militantes políticos.
En medio de la represión, surgieron voces de resistencia que evocaban el legado de San Martín y otros próceres de la independencia. Los opositores a la dictadura encontraron inspiración en las palabras del Libertador. Frases como “La soberanía del pueblo es la única autoridad legítima de las naciones” fueron utilizadas para denunciar la ilegitimidad del régimen militar y para recordar a los argentinos el valor de la libertad y la justicia.
La resistencia no solo se manifestó en las calles, sino también en el ámbito cultural. La música se convirtió en una poderosa herramienta de protesta y denuncia. Artistas y músicos se levantaron contra la dictadura a través de sus canciones, utilizando sus letras para expresar el dolor, la rabia y la esperanza del pueblo argentino. Bandas de rock como Sui Generis, Serú Girán y músicos como Mercedes Sosa y León Gieco se convirtieron en voces emblemáticas de la resistencia. El movimiento de rock nacional argentino, que había comenzado en la década de 1960, encontró en la dictadura una razón más para crecer y fortalecerse. Las letras de las canciones se llenaron de metáforas y mensajes ocultos que denunciaban la represión y la falta de libertad, en un país donde la censura y la persecución eran la norma, los músicos encontraron formas creativas de desafiar al régimen.
Una de las canciones más emblemáticas de esta época es “Los Dinosaurios” de Charly García. La letra, aunque aparentemente simple, transmite un mensaje profundo sobre la desaparición de personas y la represión del régimen. Charly García cantaba: “Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer, los que están en los diarios pueden desaparecer, la persona que amas puede desaparecer”, reflejando el miedo y la incertidumbre de vivir bajo una dictadura.
Mercedes Sosa, conocida como “La Voz de América Latina”, también jugó un papel crucial en la resistencia. Sus interpretaciones de canciones como “Gracias a la Vida” y “Solo le Pido a Dios” se convirtieron en himnos de esperanza y resistencia. A través de su música, Sosa transmitía un mensaje de lucha y solidaridad, recordando a los argentinos que no estaban solos en su lucha contra la opresión.
Las Madres de Plaza de Mayo.
Quizás uno de los movimientos más emblemáticos de resistencia contra la dictadura fueron las Madres de Plaza de Mayo. Estas valientes mujeres, muchas de ellas de edad avanzada, comenzaron a reunirse en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, en abril de 1977, para protestar por la desaparición de sus hijos. Llevaban pañuelos blancos en la cabeza, simbolizando los pañales de sus hijos desaparecidos, y marchaban en círculo cada jueves, desafiando la represión y el silencio impuesto por la dictadura.
Las Madres de Plaza de Mayo se convirtieron en un símbolo internacional de la lucha por los derechos humanos. Su valentía al enfrentarse a un régimen brutal y su persistencia en exigir justicia resonaron en todo el mundo. “Nuestros hijos viven en nosotros,” decían, “y mientras sigamos marchando, ellos seguirán presentes.” Estas mujeres utilizaron las palabras de San Martín como un grito de batalla: “La patria no hace al soldado; el soldado hace a la patria,” insistiendo en que sus hijos, muchos de ellos jóvenes idealistas, habían luchado por una Argentina libre y justa.
Durante los años de la dictadura, las Madres enfrentaron amenazas, violencia y la indiferencia de muchos sectores de la sociedad. Sin embargo, nunca desistieron. Sus marchas semanales y su insistencia en la verdad y la justicia mantuvieron viva la memoria de los desaparecidos y continuaron desafiando la narrativa oficial del régimen. El legado de San Martín, con su inquebrantable compromiso con la libertad y la justicia, fue una fuente de inspiración constante para estas madres.
La violencia perpetrada and los defensores de la libertad
La violencia perpetrada por la dictadura no tenía límites. Se establecieron centros clandestinos de detención, donde los detenidos eran torturados y muchos de ellos asesinados. La ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) es uno de los más infames de estos centros, donde miles de personas fueron sometidas a un sufrimiento inimaginable. Las desapariciones eran una herramienta de terror, diseñada para sembrar el miedo y desmoralizar a la oposición.
En este contexto de brutalidad, hubo quienes se levantaron para defender los derechos humanos y la dignidad de las personas. Abogados, periodistas, religiosos y ciudadanos comunes arriesgaron sus vidas para denunciar los abusos y proteger a los perseguidos. La Iglesia Católica, en particular, tuvo figuras que, a pesar del silencio de la jerarquía eclesiástica, trabajaron incansablemente para documentar las atrocidades y brindar refugio a los perseguidos.
Adolfo Pérez Esquivel, un destacado defensor de los derechos humanos, fue una de estas voces valientes. Su trabajo incansable por la justicia y los derechos humanos le valió el Premio Nobel de la Paz en 1980. “La paz no es solamente la ausencia de guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión, difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz,” declaró Esquivel, reflejando el espíritu de resistencia que caracterizó a quienes se oponían a la dictadura.
El final de la dictadura en 1983 no marcó el fin de la lucha por la justicia. La transición a la democracia trajo consigo la necesidad de confrontar los crímenes del pasado. Las palabras de San Martín continuaron resonando en esta nueva etapa, recordando a los argentinos la importancia de no olvidar y de luchar por un futuro mejor.
En 1985, se llevaron a cabo los Juicios a las Juntas, donde varios líderes militares fueron condenados por violaciones a los derechos humanos. Estos juicios trajeron un alivio y una sensación de justicia, proporcionando un cierre necesario para muchas víctimas y sus familias, aunque la cicatriz de aquellos años de terror nunca se borrará por completo.
English translation:
The month of August has witnessed crucial events in the history of our Argentina, events that have left indelible marks on the collective memory of the country. On August 17, 1850, Argentina lost one of its greatest heroes, General José de San Martín. Many years later, on August 22, 1976, the country faced one of the darkest moments in its history with the consolidation of a brutal military dictatorship. These two events, separated by more than a century, reflect Argentina’s ongoing struggle for freedom, justice, and dignity.
José de San Martín remains an emblematic figure in the history of Argentina and South America. His vision of a continent free from colonial domination led him to lead the independence campaigns in Argentina, Chile, and Peru. San Martín is remembered not only for his military feats but also for his deep commitment to the ideals of freedom and justice. His phrase “Let us be free, the rest matters not” resonates in the hearts of Argentinians as an eternal call to independence and self-determination.
San Martín died in Boulogne-sur-Mer, France, on August 17, 1850. His death was an immense loss for the country, but his legacy endured. During the military dictatorship that was established in 1976, San Martín’s words were evoked once again by those who fought against oppression and injustice. His vision of a free and sovereign Argentina became a beacon of hope in times of darkness.
The Coup
On March 24, 1976, a military coup overthrew the democratic government of Isabel Perón, establishing a dictatorship that would last until 1983. It was in August 1976 when the dictatorship began to consolidate, marking the beginning of one of the darkest periods in Argentine history. The military, led by Jorge Rafael Videla, launched a campaign of terror known as the ‘Dirty War’, aimed at eliminating any political opposition.
The coup not only deposed a democratic government but also dismantled the institutions and rights that San Martín and other independence heroes had fought to establish. The dictatorship implemented brutal repression that included forced disappearances, torture, and summary executions. It is estimated that around 30,000 people disappeared during this period, many of them young students, workers, and political activists.
In the midst of the repression, voices of resistance emerged that evoked the legacy of San Martín and other independence heroes of ages past. Opponents of the dictatorship found inspiration in the words of the Liberator. Phrases such as: “The sovereignty of the people is the only legitimate authority of nations” were used to denounce the illegitimacy of the military regime and to remind Argentinians of the value of freedom and justice.
Resistance manifested not only in the streets but also in the cultural sphere. Music became a powerful tool of protest and denunciation. Artists and musicians rose against the dictatorship through their songs, using their lyrics to express the pain, anger, and hope of the Argentine people. Rock bands like Sui Generis and Serú Girán, and musicians like Mercedes Sosa and León Gieco became emblematic voices of the resistance.
The Argentine national rock movement, which had begun in the 1960s, found in the dictatorship an additional reason to grow and strengthen. Song lyrics were filled with metaphors and hidden messages that denounced repression and lack of freedom. In a country where censorship and persecution were the norm, musicians found creative ways to challenge the regime.
One of the most emblematic songs of this era is ‘Los Dinosaurios’ by Charly García. The lyrics, although seemingly simple, convey a profound message about the disappearance of people and the repression of the regime. Charly García sings, “Friends from the neighborhood can disappear, singers on the radio can disappear, those in the newspapers can disappear, the person you love can disappear,” reflecting the fear and uncertainty of living under a brutal dictatorship.
Mercedes Sosa, known as ‘The Voice of Latin America’, also played a crucial role in the resistance. Her performances of songs like “Gracias a la Vida” and “Solo le Pido a Dios” became anthems of hope and resistance. Through her music, Sosa conveyed a message of struggle and solidarity, reminding Argentinians that they were not alone in their fight against oppression.
The Mothers of Plaza de Mayo
Perhaps one of the most emblematic movements of resistance against the dictatorship were the Mothers of Plaza de Mayo. These brave women, many of them elderly, began gathering in Plaza de Mayo, in front of the Casa Rosada, in April 1977 to protest the disappearance of their children. They wore white scarves on their heads, symbolizing the diapers of their missing children, and marched in circles every Thursday, defying repression and the silence imposed by Videla’s dictatorship.
The Mothers of Plaza de Mayo became an international symbol of the struggle for human rights. Their courage in facing a brutal regime and their persistence in demanding justice resonated around the world. “Our children live in us,” they said, “and as long as we keep marching, they will remain present.” These women used San Martín’s words as a battle cry: “The homeland does not make the soldier; the soldier makes the homeland,” insisting that their children, many of them young idealists, had fought for a free and just Argentina.
During the years of the dictatorship, the Mothers faced threats, violence, and the indifference of many sectors of society. However, they never gave up. Their weekly marches and insistence on truth and justice kept the memory of the disappeared alive and continued to challenge the regime’s official narrative. San Martín’s legacy, with its unwavering commitment to freedom and justice, was a constant source of inspiration for these mothers.
Perpetrated violence and defenders of freedom
The violence perpetrated by the dictatorship knew no bounds. Clandestine detention centers were established where detainees were tortured and many of them murdered. The ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada, or Navy Mechanics School) is one of the most infamous of these centers, where thousands of people were subjected to unimaginable suffering. Disappearances were a tool of terror designed to sow fear and demoralize the opposition.
In this context of brutality, there were those who rose to defend human rights and the dignity of individuals. Lawyers, journalists, religious figures, and ordinary citizens risked their lives to denounce abuses and protect the persecuted. The Catholic Church, in particular, had figures who, despite the silence of the ecclesiastical hierarchy, worked tirelessly to document atrocities and provide refuge to those being persecuted.
Adolfo Pérez Esquivel, a prominent human rights defender, was one of these brave voices. His tireless work for justice and human rights earned him the Nobel Peace Prize in 1980. “Peace is not just the absence of war; as long as there is poverty, racism, discrimination, and exclusion, it will be difficult to achieve a world of peace,” declared Esquivel, reflecting the spirit of resistance that characterized those who opposed the dictatorship.
The end of the dictatorship in 1983 did not mark the end of the struggle for justice. The transition to democracy brought with it the need to confront the crimes of the past. San Martín’s words continued to resonate in this new stage, reminding Argentinians of the importance of never forgetting, and never stopping the fight for a better future.
In 1985, the Trials of the Juntas took place, where several military leaders were convicted of human rights violations. These trials brought relief and a sense of justice, providing necessary closure for many victims and their families, although the scar of those years of terror will never fully fade away.
Alejandro es comunicólogo y se encuentra investigando la importancia del desarrollo comunitario en distintas partes de la costa oeste, para mas informacion o si te gustaría compartir con él una historia importante puedes hacerlo a elvueloinformativo@gmail.com.
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