Julio Enriquez, CC BY 2.0 via Wikimedia Commons

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La música ranchera es sin duda uno de los más brillantes estandartes que representan la cultura mexicana a nivel internacional. Su relevancia artística y cultural, así como el trazo de su evolución durante las últimas doce décadas, es como tomar el pulso de los acontecimientos en la sociedad mexicana de cada época. La música ranchera y la idiosincrasia mexicana son la misma cosa, dos expresiones indisolubles fundidas por el arte; este es el género del pueblo.

La música ranchera engloba una gran variedad de formatos, cuya representación más simple suele ser una guitarra y una voz. Sin embargo, hay muchos derivados, como lo son los tríos, que suelen ser tres voces acompañadas de dos guitarras rítmicas y dos ‘requintos’. Las rondallas que son una apropiación cultural de la España medieval donde grandes grupos de guitarras y voces cantan “a coro” e incluyen una amplia yuxtaposición de instrumentos. El mariachi tiene una gran variedad de instrumentos, desde violines, tololoche y guitarras, así como una vestimenta muy icónica.

Hay que hacer una especial distinción del subgénero de la música ranchera llamado ‘corridos’, que está viviendo un “boom” a nivel internacional. Se caracteriza por narrativas de historias de eventos épicos, populares y hasta políticos. Su origen data de historias de la época de la Revolución Mexicana de 1910, donde el presidente Porfirio Díaz, que llevaba gobernando 30 años, fue derrocado. Este subgénero ha evolucionado hasta quedar íntimamente ligado en las últimas décadas con narrativas relacionadas con la actividad del narcotráfico. Tiene una enorme variedad de fusiones con géneros que varían desde el bolero hasta la música electrónica

Nombrar a los mejores representantes de la música ranchera se vuelve un ejercicio inagotable. Hay tanta cantidad y calidad de compositores e intérpretes como granos de arena en una playa, desde superestrellas que acompañaron la Época de Oro del cine mexicano, hasta los autores inéditos y anónimos cuyas canciones se popularizaron de boca en boca a través de las rancherías, pasando por grandes tenores europeos que rinden interpretaciones con el estilo ‘Ópera’. Numerosos músicos hicieron de las ferias regionales su mayor escaparate, y los más contemporáneos lideran los charts internacionales en Spotify y YouTube.

El origen de la música ranchera data de finales de los 1800s en el periodo del porfiriato, donde artistas de canciones folklóricas como “Tata Nacho” y Cuco Sánchez, hasta la soprano Ángela Peralta, pusieron los cimientos del género. Este fraguó de una forma distintiva con los eventos de la Revolución Mexicana en 1910, llenándose de relevancia, impulsada por personajes históricos como Elvia Carrillo Puerto, activista de los derechos de las mujeres y primera mujer que logró una diputación estatal. Aunque no era una artista, contribuyó con la difusión del género.

Las décadas posrevolucionarias de los 30s a los 60s se caracterizan por la simbiosis con la Época de Oro del cine mexicano, donde los artistas protagonizaban películas que los llevaron a una popularidad sin precedentes. Los ejemplos más notables son José Alfredo Jiménez, Pedro Vargas, Jorge Negrete, Pedro Infante, Lola Beltrán y Antonio Aguilar (‘El Charro de México’). Se vuelve sonoramente más fino en sus voces, con versos instrumentales más técnicos.

La época contemporánea es liderada por el difunto Vicente Fernández (‘El Rey de la Música Ranchera’), las voces femeninas icónicas de Rocío Dúrcal, Lucha Villa y la española Rocío Jurado, el estilo extravagante de Juan Gabriel, y el relevo generacional claramente ejemplificado en ‘El Potrillo’ Alejandro Fernández y Pepe Aguilar, ambos hijos de artistas previamente mencionados, y los recientemente populares Julión Álvarez, Christian Nodal y Carin Leon.

Cada uno de los artistas, épocas y subgéneros mencionados contienen una riqueza artística y cultural muy profunda , y tienen el poder de transportarte a aventuras épicas, y hacerte sentir emociones intensas (con o sin tequila), los invito a escucharlos y conocer la cultura mexicana desde una de sus caras más hermosas, su música.


English translation

Ranchera music is undoubtedly one of the brightest standards that represents Mexican culture internationally. Its artistic and cultural relevance, as well as the trace of its evolution over the last twelve decades, is like taking the pulse of the events in Mexican society of each era. Ranchera music and Mexican idiosyncrasy are the same thing, two indissoluble expressions fused by art; this is the people’s genre.

Ranchera music encompasses a wide variety of formats, the simplest representation of which is usually a guitar and a voice. However, there are many derivatives, such as trios, which typically consist of three voices accompanied by two rhythm guitars and one “requinto.” Rondallas, which are a cultural appropriation from medieval Spain, feature large groups of guitars and voices singing in unison and include a wide juxtaposition of instruments. Mariachi bands have a wide variety of instruments, from violins and tololoche to guitars, and they are known for their iconic attire.

A special distinction must be made for the subgenre of ranchera music called ‘corridos’, which is experiencing an international boom. It is characterized by narratives of epic, popular, and even political events. Its origin dates back to stories from the Mexican Revolution of 1910, where President Porfirio Díaz, who had been ruling for 30 years, was overthrown. This subgenre has evolved to become intimately linked in recent decades with narratives related to drug trafficking. It has a vast variety of fusions with genres ranging from bolero to electronic music.

Naming ranchera’s best representatives becomes an endless exercise. There are as many composers and performers of great quality as there are grains of sand on a beach, from superstars who accompanied the Golden Age of Mexican cinema, to unpublished and anonymous authors whose songs became popular by word of mouth in rural areas, to great European tenors who perform in the ‘Opera’ style. Numerous musicians made regional fairs their main stage, and the most contemporary ones lead the international charts on Spotify and YouTube.

The origin of ranchera music dates back to the late 1800s during the Porfirio Díaz era, where artists of folkloric songs like “Tata Nacho” and Cuco Sánchez, as well as soprano Ángela Peralta, laid the foundations of ranchera music. This genre took on a distinctive form with the events of the Mexican Revolution in 1910, gaining relevance and being promoted by historical figures such as Elvia Carrillo Puerto, a women’s rights activist and the first woman to secure a state deputy position. Although not an artist, she contributed to the diffusion of the genre.

The post-revolutionary decades of the 1930s to the 1960s are characterized by the symbiosis of ranchera music with the Golden Age of Mexican cinema, where artists starred in films that brought them unprecedented popularity. The most notable examples are José Alfredo Jiménez, Pedro Vargas, Jorge Negrete, Pedro Infante, Lola Beltrán, and Antonio Aguilar (‘El Charro de México’). The genre became more refined in its vocals, with more technically instrumental verses.

The contemporary era is led by the late Vicente Fernández (‘El Rey de la Música Ranchera’); the iconic female voices of Rocío Dúrcal, Lucha Villa, and the Spanish Rocío Jurado; the extravagant style of Juan Gabriel; the generational handover clearly exemplified by ‘El Potrillo’ Alejandro Fernández and Pepe Aguilar, both sons of previously mentioned artists; and the newly minted Julión Álvarez , Cristian Nodal, and Carin Leon.

Each of the mentioned artists, eras, and subgenres contain a very deep artistic and cultural richness, and they have the power to transport you to epic adventures and make you feel intense emotions (with or without tequila). I invite you to listen to them and get to know Mexican culture from one of its most beautiful faces, its music.


Carlos Liera es un explorador cultural con una perspectiva latinoamericana que trabaja en la intersección de la agricultura y la tecnología, brindando información sobre los distintos desafíos que enfrentan las comunidades locales. Carlos profundiza en el rico mosaico de la música internacional, esforzándose por amplificar las diversas voces y ritmos que dan forma a nuestra vibrante cultura. Su objetivo es celebrar los sabores e historias únicas que inspiran tanto a autores como a artistas.

Carlos Liera is a cultural explorer with a Latin American perspective, working at the intersection of agriculture and technology, providing insights into the distinct challenges faced by local communities. Carlos delves into the rich mosaic of international music, striving to amplify the diverse voices and rhythms that shape our vibrant culture. His goal is to celebrate the unique flavors and stories that inspire both authors and performers.

https://medium.com/@carlos.alan.liera


Este artículo es presentado por El Vuelo Informativo, una asociación entre Alcon Media, LLC y Tumbleweird, SPC.

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