VISTA's infrared view of the Lagoon Nebula, CC 4.0
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Lírica del Espacio-tiempo
¿Qué es lo que determina la grandeza?
Descrita por la poesía, la literatura y la filosofía es fácil percibir esta palabra como un ideal; el gran solucionador, una ambición que probablemente esté presente en tu vida ya sea de manera retórica, monetaria, espiritual, humana o como el concepto en sí mismo. Al menos una vez en la vida uno llega a tener este concepto de grandeza como un anhelo.
Dentro de mis aficiones está el hacer la misma pregunta a tantas materias, ciencias y artes como me sea posible para luego hacer en un batido mi propia respuesta, una que me deje satisfecha según el momento de mi vida que esté atravesando, pero esta vez sin embargo llegó este concepto sin pedirlo, pero cuando más lo necesitaba.
Estaba mirando el resumen de las mejores fotos del espacio que saco la NASA para fin de año pues me había sido imposible verlas en el periodo festivo. Mi afición por el espacio es tal que ver la majestuosidad de las nebulosas, algunos planetas o exoplanetas me hace recordar lo ilimitado y convulso que es el espacio; ¡Grande! - y sigue creciendo.
Según la teoría de la relatividad de Einstein la materia y la energía afectan el espacio y el tiempo, la sustancia obliga al espacio a cambiar forzándolo a fabricar más espacio siendo así cada vez más grande. Conforme la materia va aumentando el universo se va expandiendo, como si quisiera que cada cosa tuviera un lugar. Romantizando un poco la idea, lo veo como si se tratara del dueño de una galería de arte que según va teniendo más piezas va adquiriendo más y más espacio a fin de poder exhibir cada pieza con el decoro pertinente que ésta necesita para poder ser apreciada.
Encuentro ésta analogía muy divertida así que regresó a leer la Teoría pues siempre que la vuelvo a leer me doy cuenta de lo mucho que me falta para poder decir que puedo comprenderla
Visto desde otro ángulo, me doy cuenta de que los límites son un concepto que es ajeno a la naturaleza misma de la creación, así el crecimiento es propulsado por la materia que va existiendo ante una aparente necesidad de acomodarla, así pues, el espacio simplemente continúa en constante expansión.
Tras un trago al café vuelvo a la realidad y no puedo evitar extrapolar estas teorías a mi vida ¿Cuál es el factor determinante de la grandeza? Me pregunté recibiendo los pálidos rayos de sol característicos del invierno, miro a mi perra roncando dentro de las cobijas junto a mí, tengo a mi lado una gardenia que apenas está floreciendo y que llena la casa con su aroma convenciéndome mediante el olfato que ahora todo está bien.
Diez meses atrás, dos tragedias azotaron mi existencia con fuerza y al darme cuenta de que conseguí resistir suspiro de alivio, el aroma a gardenias, café, tabaco y aire fresco de la mañana me susurra que el peligro pasó y que puedo sonreír con esta sonrisa de paz que pone el punto final con elegancia.
Las experiencias son para mi esta pequeña réplica de un diminuto fragmento de espacio-tiempo, justo como una réplica de un cuadro en una galería. Veo la galería no como el cosmos sino esta vez como nuestra cabeza y cada fragmento que esta es capaz de almacenar, me doy cuenta entonces que también se expande en la medida en la que la sustancia va necesitando más espacio, justo como lo hace el universo.
Así, encontramos exhibidos fragmentos que al ser tan diferentes entre sí logran un contraste que nos permite apreciar un todo. Tal vez nosotros estamos también en constante expansión así que entre más “objetos” vayan apareciendo en exhibición dentro de nuestra galería, estos eventualmente dejan de caber “fabricamos más espacio” y es así como se va generando la grandeza.
Volteo un poco para ver qué nos dice la literatura cuando y veo las aventuras fantásticas que tantos autores nos han regalado, tantas historias que versan sobre un camino lleno de hostilidades y aventuras que conforme van aumentando dotan al protagonista de virtudes que conjuntamente se suelen llamar grandeza, normalmente al final uno suspira aliviado y sonríe si es que el amable escritor nos regaló un final agradable.
Me doy cuenta de lo mucho que ese suspiro que he tenido como lectora se parece a este que tuve hoy, mirando a mi antiguo yo por encima del hombro con desprecio y orgullosa de este nuevo yo, alcanzo a apreciar un todo y este se ha expandido justo como lo hace el universo ahora mismo, mientras escribo y también mientras lees.
Insuficiente, obnubilada, pero sobre todo ansiosa, las tragedias vividas y sus múltiples consecuencias generaban en mí una sensación de peligro constante que a ratos me hacía sentirme cercana a la locura.
¿Qué me hubiera dicho a mí misma cuando mis días se empezaron a poner dolorosos, confusos y sofocantes?
Aún no es posible viajar en el tiempo, pero si tú lo necesitas, te lo digo a ti.
Compartes la misma naturaleza que el cosmos, eres parte de él y por lo tanto es probable pensar que te riges por los mismos principios así que confía en que crecerás, pronto la presión de las trágicas experiencias que ahora parecen monstruos grotescos serán nada más que una prueba de que puedes seguir creciendo, dentro de poco miraras estos hechos como se mira a un pequeño asteroide extraviado que una vez que cumplió con su tarea de hacerte crecer se pierde despacio en la infinidad. Pero tú te habrás expandido.
Si quieres una señal de que has crecido puedes darte cuenta de que cada vivencia, cada réplica exacta que tienes del espacio tiempo que has vivido, hoy está en su lugar. Puedes verla de lejos y comprenderla, darle un porqué o un para qué, es decir que todo está pulcramente ordenado en un espacio que ahora es suficiente cuando antes no lo era.
Lyric of Space-time
What determines greatness?
Described by poetry, literature, and philosophy, it is easy to perceive this word — greatness — as an ideal; the great solver, an ambition that is probably present in your life whether rhetorically, monetarily, spiritually, humanitarily, or as the concept itself. At least once in your life, you come to have this concept of ‘greatness’ as a longing.
Among my hobbies is asking the same question to as many subjects, sciences, and arts as possible and then making my own answer in a smoothie — one that usually leaves me satisfied, depending on the moment in my life I am going through. But not this time. This time, the concept arrived without asking for it, but it arrived when I needed it most.
I was looking at the summary of the best space photos that NASA took in the year 2023 because it had been impossible for me to see them during the holiday period. My love for space is such that seeing the majesty of nebulae, planets, and exoplanets makes me remember how limitless and convulsive space is… So Big! — and continuing to grow.
According to Einstein's theory of relativity, matter and energy affect space and time. Substance forces space to change, forcing it to make more space, thus becoming larger and larger. As matter increases, the universe expands, as if it wanted everything to have a place. Romanticizing the idea a little, I see it as if it were the owner of an art gallery who, as he has more pieces, acquires more and more space in order to be able to display each piece with the relevant decorum that it needs to be appreciated.
I find this analogy very funny, so I went back to read Einstein's theory with it in mind. Every time I read it, again I realize how much I am missing, how far I am from being able to say that I can understand it.
Seen from another angle, I realize that limits are a concept that is foreign to the very nature of creation. Thus, growth is propelled by the matter that exists in the face of an apparent need to accommodate it. Thus, space simply continues to constantly expand.
After a sip of coffee, I return to reality, and I can't help extrapolating these theories to my life. “What is the determining factor of greatness?” I ask myself, receiving the pale rays of sunlight characteristic of winter. I look at my dog snoring inside the blankets next to me. I have at my side a gardenia that is barely blooming and that fills the house with its aroma, convincing me through smell that everything is now alright.
Ten months ago, two tragedies hit my existence with force, and when I realized that I had managed to resist, I sighed with relief. The aroma of gardenias, coffee, tobacco, and fresh morning air whispers to me that the danger has passed and that I can smile with this smile of peace that contains within it a kind of elegance.
Experiences are for me this little replica of a tiny fragment of space-time, just like a replica of a painting in a gallery. I see the gallery not as the cosmos, but as this current time, and each fragment that it is capable of storing. I then realize that our time also expands to the extent that the substance needs more space, just like the universe does.
Thus, we find exhibited fragments that, being so different from each other, achieve a contrast that allows us to appreciate a whole. Maybe we are also constantly expanding, so the more ‘objects’ that appear on display within our gallery, they eventually stop fitting. We make more space — and that is how greatness is generated.
I turn a little toward the bookshelf to see what literature tells us, and I see the fantastic adventures that so many authors have given us — so many stories that deal with a path full of hostilities and adventures that, as they increase, endow the protagonist with virtues that together are usually called greatness. Normally, at the end, one sighs with relief and smiles if the kind writer gave us a pleasant ending.
I realize how much that same sigh I have had as a reader is similar to this one I had today. Looking over my shoulder at my old self with contempt, and proud of this new me, I come to appreciate the whole. It has expanded just like the universe does right now, while I write and also while you read.
Insufficient, clouded, but above all anxious, the tragedies I have experienced and their multiple consequences have generated in me a feeling of constant danger that at times has made me feel close to madness.
What would I have told my past self, back when my days started to get painful, confusing, and suffocating?
It is not yet possible to travel in time, but if you need the answer, I will tell you.
I would have said: You share the same nature as the cosmos. You are part of it, and therefore, it is likely that you are governed by the same principles. So trust that you will grow. Soon, the pressure of tragic experiences that now seem like grotesque monsters will be nothing more than proof that you can continue growing. Soon, you will look at these facts as you look at a small, lost asteroid — once it has fulfilled its task of making you grow, it will slowly be lost in infinity. But you will have expanded.
If you want a sign that you have grown, you can realize that every experience, every exact replica you have of the space-time you have lived, is in its place today. You can see it from afar and understand it, give it a reason or explanation; that is to say, everything is neatly organized in a space that is now sufficient when it was not before.
Sara Batalla nació en la ciudad de México en 1989, y sus primeras historias surgieron del insomnio que padecía. Después de estar cerca de la muerte y posteriormente ganar un concurso de novela, decide que quería dedicarse a escribir y vivir de ello.
Sara Batalla was born in Mexico City in 1989, and her first stories arose from the insomnia she suffered. After coming close to death and subsequently winning a novel contest, she decided that she wanted to dedicate herself to writing and make a living from it.