FROM LEFT TO RIGHT: Silvia Pinal in 1960 / Tongolele in 1955 / Paquita la del Barrio in Monterrey, 2008 / Gabriel Saldana / CC BY 2.0

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V10i4 APR Three Women 1
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Narrated by Barbara Henslee

En cosa de unos meses, los mexicanos perdimos a tres mujeres que brillaron con luz propia durante décadas. Tres mujeres del espectáculo: una actriz de la Época de Oro del cine mexicano, una bailarina exótica excepcional y una cantante única, que no se parecía a ninguna otra.

La primera en dejar este mundo de quebrantos fue la actriz Silvia Pinal (1931-2024), quien también incursionó en la política. Después de participar en algunas cintas de ese tiempo, alcanzaría la consagración y la fama mundial con tres películas dirigidas por el cineasta español, naturalizado mexicano, Luis Buñuel: Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965). Las tres películas causaron furor y hasta escándalo, y en la última la actriz sonorense hizo un desnudo. Son tres clásicos del cine no sólo mexicano sino mundial. La Diva eterna destacó también en el mundo del teatro. Y en el campo de la política fue diputada y senadora, así como primera dama del estado de Tlaxcala. 

Por más de diez años fue presentadora y productora, en televisión, del programa Mujer, casos de la vida real, en el que se tocaban temas sensibles, perturbadores, que conmovían a la opinión pública. Murió el 28 de noviembre del año pasado, a los 93, a causa de una infección urinaria que se le complicó. Se casó cuatro veces, pero fue su matrimonio con el actor y cantante Enrique Guzmán el que llamó más la atención de las revistas de espectáculos. Hija de ellos es la controvertida cantante Alejandra Guzmán. Tras su muerte, quedan vivas sólo unas pocas protagonistas del cine que se produjo en aquellos años áureos como Elsa Aguirre, quien rebasa los 90, y María Victoria, quien está cerca de alcanzar los cien años. 

Elsa Aguirre es considerada una de las actrices mexicanas más bellas de nuestro cine; participó en películas como Sólo de noche vienes, El cuerpazo del delito y La muerte de un gallero, entre muchas otras. Y si caminamos en la Ciudad de México por Eje Central, atrás del Palacio de Bellas Artes, y llegamos hasta el ya cerrado Teatro Blanquita, podremos ver, frente a la puerta principal, una estatua de María Victoria en el esplendor de su belleza, con un largo vestido que nos recuerda por qué la llamaban “la Sirena de México”. Más que por sus películas, es recordada por el programa cómico de televisión La criada bien criada, donde interpretó magistralmente al personaje femenino Inocencia de la Concepción de Lourdes Escarabarzaleta de la Barquera y Dávalos Pandeada Derecha, una ama de llaves dotada de ingenio y humor; comparte créditos con Alfonso Zayas y Joaquín García Vargas, Borolas. Hay también una película. 

No habían pasado ni dos meses del deceso de Silvia Pinal, cuando fallecieron, con una diferencia de horas, otras dos celebridades mexicanas: la bailarina exótica, actriz y vedette Yolanda Ivonne Montes, mejor conocida como Tongolele, y la cantante Francisca Viveros Barradas, conocida artísticamente como Paquita la del Barrio. Ambas alcanzaron la fama por razones muy diferentes.

Tongolele nació en Washington en 1932, de padre mexicano y madre estadounidense. Siendo muy joven trabajó como bailarina exótica en el Ballet Internacional de San Francisco, California, y en teatros, donde formó parte de una revista tahitiana. En 1947 llegó a la Ciudad de México, y debutó con el que sería su nombre artístico en el cabaret Tívoli. Su esbelta figura, su mareante movimiento de caderas y su característico mechón blanco conquistaron con rapidez al público capitalino. Símbolo sexual de su época, fue conocida también como la Diosa Pantera. Participó en películas como El rey del barrio (1949) y Mátenme porque me muero (1951), con el cómico Germán Valdés, Tin Tan. En la primera, Tin Tan baila de manera improvisada con Tongolele; se trata de una escena inolvidable para los fans de ambos personajes.

Tongolele murió a los 93 años — como Silvia Pinal — en Puebla, víctima del Alzheimer. Mantuvo siempre discreción con respecto a su vida privada. Su cónyuge desde 1956 fue Joaquín González, quien muriera en 1996.

Muy diferente es el caso de Paquita la del Barrio, cantante singular en el panorama artístico mexicano. Especializada en el género de la canción ranchera, Paquita no era atractiva físicamente como Silvia Pinal y Tongolele, pero su cuerpo obeso y su “dura” personalidad eran ideales para el tipo de canciones que interpretaba, donde lanzaba como dardos una serie de airados reclamos a los hombres. Conocidísimas son muchas de sus canciones, como “Cheque en blanco”, “Rata de dos patas” y “Tres veces te engañé”, por citar sólo tres. Su grito de batalla, que esgrimía en medio de cada canción, era: “¡Me estás oyendo, inútil!” Desde luego, tenía éxito entre las mujeres, pero también recibía el aplauso rendido de los hombres; hasta podría afirmarse que tenía más fans entre estos últimos. 

La cantante veracruzana murió el 17 de febrero de este año, sólo un día después de Tongolele. Se casó dos veces y tuvo cinco hijos, y una hija adoptiva. Me tocó ver en una entrevista por televisión, cómo al recordar episodios de su pasado varias veces se le rodaron las lágrimas. Debajo de esa cantante aparentemente recia y vociferante, se escondía una mujer tierna, sentimental, con una sensibilidad a flor de piel. Lo demás era actuación, show. Paquita la del Barrio interpretaba en el escenario el papel de la mujer intransigente, que hacía escarnio de los hombres, y lo interpretaba a la perfección.


English translation:

In just a few months, Mexicans lost three women who shone with their own light for decades. The three women were from the entertainment world: an actress from the Golden Age of Mexican cinema, an exceptional exotic dancer, and a unique singer who resembled no one else.

The first to leave this world was actress Silvia Pinal (1931–2024), who also ventured into politics. After participating in some films of that era, she would gain international fame with three films directed by Spanish filmmaker, now naturalized Mexican, Luis Buñuel: Viridiana (1961), The Exterminating Angel (1962), and Simon of the Desert (1965). These three films caused a stir and even scandal; and in the last one, the actress from Sonora performed a nude scene. They are three classics of not only Mexican cinema but world cinema. The eternal diva also stood out in the world of theater. In politics, she served as a congresswoman and senator, as well as the first lady of the state of Tlaxcala.

For over ten years, she hosted and produced the television program Mujer, Casos de la Vida Real, which addressed sensitive, disturbing topics that moved public opinion. She passed away on November 28 of last year, at 93, due to a urinary infection that became complicated. She married four times, but it was her marriage to actor and singer Enrique Guzmán that drew the most attention from entertainment magazines. Their daughter is the controversial singer Alejandra Guzmán. After Silvia Pinal’s death, only a few stars from the golden age of Mexican cinema remain, such as Elsa Aguirre, who is over 90, and María Victoria, who is close to reaching 100 years.

Elsa Aguirre is considered one of the most beautiful actresses in Mexican cinema. She participated in films like Sólo de noche vienes, El cuerpazo del delito, and La muerte de un gallero, among many others. And if we walk in Mexico City along Eje Central, behind the Palace of Fine Arts, and reach the now-closed Teatro Blanquita, we will see, in front of the main door, a statue of María Victoria in the splendor of her beauty, with a long dress that reminds us why she was called ‘The Siren of Mexico’. More than by her films, she is remembered for the comedy TV program La criada bien criada, where she brilliantly played the female character Inocencia de la Concepción de Lourdes Escarabarzaleta de la Barquera y Dávalos Pandeada Derecha, a housekeeper endowed with wit and humor. She shared credits with Alfonso Zayas and Joaquín García Vargas, Borolas.

Not even two months had passed since Silvia Pinal’s passing when, with only a few hours in between, two other Mexican celebrities died: the exotic dancer, actress, and vedette (starlet) Yolanda Ivonne Montes, better known as Tongolele; and the singer Francisca Viveros Barradas, artistically known as Paquita la del Barrio. Both reached fame for very different reasons.

Tongolele was born in Washington state in 1932 to a Mexican father and an American mother. When she was very young, she worked as an exotic dancer in the Ballet Internacional de San Francisco, California, and in theaters, where she was part of a Tahitian revue. In 1947, she arrived in Mexico City and debuted with what would be her stage name at the Cabaret Tívoli. Her slender figure, her dizzying hip movements, and her characteristic white streak quickly won over the capital’s audience. A sexual symbol of her time, she was also known as the Panther Goddess. She appeared in films like El rey del barrio (1949) and Mátenme porque me muero (1951), with comedian Germán Valdés, Tin Tan. In the first, Tin Tan dances impromptu with Tongolele; it’s an unforgettable scene for fans of both characters.

Tongolele passed away at 93 — the same age as Silvia Pinal — in Puebla, a victim of Alzheimer’s disease. She always maintained discretion regarding her private life. Her spouse since 1956 had been Joaquín González, who passed away in 1996.

Paquita la del Barrio’s case is very different. She was a singular singer in the Mexican artistic scene. Specializing in the ranchera music genre, Paquita was not physically attractive like Silvia Pinal and Tongolele, but her overweight body and ‘tough’ personality were perfect for the type of songs she performed, where she would launch a series of angry reproaches to men. Many of her songs are very well known, such as ‘Cheque en blanco’, ‘Rata de dos patas’, and ‘Tres veces te engañé’, just to name a few. Her battle cry, which she would shout in the middle of each song, was: “¡Me estás oyendo, inútil!” (Are you hearing me, useless man?!) Of course, she found success among women, but she also received the resounding applause of men; it could even be said that she had more fans among the latter.

The Veracruz singer passed away on February 17 of this year, just one day after Tongolele. She married twice and had five children, plus one adopted daughter. I had the chance to see her in a television interview, where, when recalling episodes from her past, tears rolled down her face multiple times. Beneath that seemingly tough and loud singer, there was a tender, sentimental woman, with sensitivity on the surface. The rest was acting, a show. Paquita la del Barrio performed on stage the role of the uncompromising woman who mocked men, and she played it to perfection.


Este artículo es presentado por El Vuelo Informativo, una asociación entre Alcon Media, LLC y Tumbleweird, SPC.

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