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¿Qué sucede con quienes tienen derecho a la pensión bajo el régimen del 97? La respuesta es simple pero compleja; estos trabajadores tienen tres opciones para pensionarse:
- Renta vitalicia: se contrata con una aseguradora y su monto mensual se calcula con base en la cantidad de dinero acumulado en su AFORE (menos una porción destinada al seguro de sobrevivencia). Este monto deriva directamente de las aportaciones obrero-patronales y las aportaciones voluntarias que el trabajador realizó durante su vida laboral. Se debe tener al menos 55 años (en la versión anticipada) y un treinta por ciento adicional al monto necesario para contratar una pensión garantizada. La ventaja de esta opción es que no existe límite en el monto que se puede obtener como renta vitalicia mensual; si el trabajador ahorró mucho dinero, por ejemplo, veinte millones de pesos (un millón de dólares estadounidenses), su renta vitalicia sería aproximadamente cien mil pesos mexicanos (cinco mil dólares estadounidenses).
- Retiro programado: en esta modalidad, también se calcula con base en la cantidad de dinero acumulado en la AFORE, pero, a diferencia de la renta vitalicia, el contrato se realiza con la AFORE, y se paga al trabajador una cantidad mensual como pensión, calculada con base en el dinero acumulado (menos el monto destinado al seguro de sobrevivencia) y la esperanza de vida (según una tabla actuarial). Una ventaja es que, al solo pagar una pequeña fracción del dinero, el resto se sigue administrando en la AFORE, generando rendimientos y, ocasionalmente, pérdidas. Una vez que el dinero en la AFORE esté por agotarse, la AFORE avisa al IMSS, que absorbe el monto restante y, a cambio, otorga una pensión mínima garantizada (según las semanas cotizadas y la edad de cesantía laboral).
- Pensión garantizada: es una opción menos injusta y más acorde a la realidad de los trabajadores en México, así como de los mexicanos que residen en el extranjero (siempre que mantengan cotizaciones vigentes). En esta modalidad, los factores determinantes son el número de semanas cotizadas y la edad de retiro (mayores de 60 años).
En la pensión garantizada hay dos fases: en la primera, solo pueden acceder quienes se pensionan entre los 60 y 65 años. Aquí se toma en cuenta el promedio salarial durante la vida laboral, relacionado con la edad de retiro y la cantidad de semanas cotizadas (mínimo mil semanas). Desde 2021, solo se requerían 750 semanas cotizadas, pero este requisito ha ido aumentando en 25 semanas por año, por lo que en 2024 se necesitan 825 semanas, y se requerirán mil semanas a partir del 1 de enero de 2031. Los factores que determinan el monto de la pensión son progresivos: a más semanas cotizadas, un mayor promedio salarial (medido con la UMA) y una edad de cesantía más avanzada, mayor será el monto de la pensión. Por ejemplo, el monto mínimo de la pensión garantizada en 2024 es de $3,237 (160 dólares) con 60 años, un salario promedio de una UMA o menos, y el mínimo de semanas requeridas. En el caso máximo, con 65 años, un salario promedio de cinco UMAs o más, y 1250 semanas cotizadas, la pensión garantizada alcanza los $10,175 (508.75 dólares).
En la segunda fase, solo pueden acceder las personas que comenzaron a cotizar después del 1 de julio de 1997, que cesen su vida laboral a partir de los 65 años y que tengan un salario promedio en sus últimas 52 semanas laborales superior al monto de la pensión garantizada, con un límite de 16,000 pesos (en 2024), que se actualizará conforme al INPC. Por ejemplo, si una persona se pensionara hoy, con derecho a una pensión garantizada de 8,000 pesos, pero su salario promedio en su último año fue de 20,000 pesos, su pensión aumentaría a 16,000 pesos mensuales. El IMSS pagaría los 8,000 pesos y el fideicomiso de la Pensión del Bienestar cubriría el complemento.
Además de la pensión garantizada, la renta vitalicia o el retiro programado, muchos trabajadores valoran especialmente el acceso vitalicio a servicios médicos tanto para ellos como para su cónyuge e hijos menores de edad o mayores, hasta los 25 años, siempre que estén estudiando en el sistema educativo nacional (por ejemplo, en las sedes de la UNAM en Estados Unidos).
Tengo clientes con una pensión en el IMSS, obtenida por sus contribuciones al IMSS trabajando en Estados Unidos, quienes cumplen los requisitos y tienen derecho a la pensión. Algunos cobran en EE.UU. (a través del consulado) y otros regresaron a México, cobrando aquí su pensión del IMSS, además de la pensión universal del bienestar, y algunos también la obtenida por su trabajo en los campos de cultivo de Canadá. Lo más importante a resaltar es el acceso a servicios médicos en México, desde cirugías (que podrían arruinar cualquier economía doméstica) hasta la dotación mensual o trimestral de medicamentos como la insulina o la dapagliflozina, muy costosos en Estados Unidos.
English translation:
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What happens to those entitled to a pension under the 1997 regime? This answer is both simple and complex; these workers have three options for retirement:
- Lifetime Annuity: This is contracted with an insurance company, and the monthly amount is calculated based on the amount of money accumulated in the worker’s AFORE account (minus an amount set aside for the survivor’s insurance). This amount derives directly from employer-employee contributions, as well as voluntary contributions the worker made during their working life. The worker must be at least 55 years old (for early retirement) and have an additional thirty percent above the necessary amount for a guaranteed pension. The advantage of this option is that there is no limit on the monthly lifetime annuity amount; if the worker saved a large sum, say twenty million pesos (one million USD), their lifetime annuity could be around 100,000 Mexican pesos (5,000 USD).
- Scheduled Withdrawal: In this option, the monthly amount is also calculated based on the accumulated funds in the AFORE. However, unlike the lifetime annuity, this option is contracted directly with the AFORE, which pays the worker a monthly amount (as a pension), calculated based on their accumulated funds (minus an amount for survivor’s insurance) and life expectancy (according to an actuarial table). One advantage over the lifetime annuity is that only a small fraction of the worker’s funds are paid out, allowing the rest to continue earning returns or experiencing losses within the AFORE. Once the funds in the AFORE are nearly depleted, the AFORE notifies the IMSS, which takes over the remaining amount and, with prior notice to the worker, provides a minimum guaranteed pension (according to the worker’s accumulated weeks and retirement age).
- Guaranteed Pension: This option is less unfair and more attuned to the reality of workers in Mexico and Mexicans living abroad (as long as they maintain active contributions). The determining factors in this option are the number of weeks contributed and the retirement age (over 60).
The guaranteed pension has two phases: in the first phase, only workers who retire between the ages of 60 and 65 can access this option. Here, the average salary throughout the working life is considered, along with the retirement age and the number of weeks contributed (minimum of 1,000 weeks). Since 2021, only 750 weeks were required, but this requirement has been increasing by 25 weeks per year. By 2024, 825 weeks will be required, and 1,000 weeks will be necessary starting January 1, 2031.
The factors that determine the pension amount are progressive: more weeks contributed, a higher average salary (measured with the UMA), and an older retirement age result in a higher guaranteed pension. For example, the minimum guaranteed pension amount in 2024 is $3,237 MXN (160 USD) for a worker aged 60 with an average salary of one UMA or less and the minimum required weeks. In the maximum case, with 65 years of age, an average salary of five UMAs or more, and 1,250 weeks contributed, the guaranteed pension is $10,175 MXN (508.75 USD).
In the second phase, only workers who began contributing after July 1, 1997, who cease work after the age of 65, and whose average salary in their last 52 weeks exceeds the guaranteed pension amount (capped at 16,000 MXN in 2024, adjusted for inflation) can access this. For example, if a worker retiring today is entitled to a guaranteed pension of 8,000 MXN but had an average salary in their last year of 20,000 MXN, their pension would increase to 16,000 MXN per month. The IMSS would pay 8,000 MXN, and the remaining amount would come from the Welfare Pension trust.
Beyond the guaranteed pension, lifetime annuity, or scheduled withdrawal, many workers place special value on lifetime access to medical services, both for themselves and their spouse and minor children or older children up to 25 years if they are regularly enrolled in a national educational institution (for example, UNAM campuses in the United States).
I have clients with an IMSS pension earned through contributions while working in the United States who have met the requirements and are entitled to their pension. Some collect it in the U.S. (through the consulate), while others return to Mexico, collecting their IMSS pension here, along with the universal welfare pension; and some also receive a pension for their agricultural work in Canada. Most importantly, they value the medical services they are entitled to in Mexico, from surgeries (which can break any household budget) to the monthly or quarterly supply of medications like insulin or dapagliflozin, which are very costly in the U.S.
Lic. Marcelo Tecualt is an IMSS Pension Advisor.
Lic. Marcelo Tecualt es un asesor de pensiones del IMSS.
Este artículo es presentado por El Vuelo Informativo, una asociación entre Alcon Media, LLC y Tumbleweird, SPC.
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