Pasco, no dejes a tus estudiantes atrás. / Pasco, don't leave your students behind.

Photo by Aaron Burden on Unsplash

This article is bilingual! Scroll down for the English translation.

Pasco, Washington — Durante la reunión del consejo de la ciudad de Pasco, el pasado 23 de septiembre, la superintendente del distrito escolar, Michelle Whitney, abordó un tema delicado que ha generado diversas reacciones: la brecha educativa entre los estudiantes. Nos reveló algo que, sinceramente, nadie vio venir. En sus palabras, muchos niños llegan al sistema escolar con niveles de desarrollo que no corresponden a su edad. “Cerca del 40–45% de nuestros estudiantes entran a nuestro sistema con un nivel de desarrollo equivalente al de un niño de tres años, cuando se espera que tengan la capacidad de un niño de cinco años.”

La superintendente explicó que el origen de este desfase se debe a múltiples factores, entre ellos, las dificultades socioeconómicas, la falta de acceso a educación temprana y los desafíos de los estudiantes que provienen de hogares donde se habla otro idioma. Se sabe que el 55.6% de la población de Pasco es hispana. ¿Entonces, somos nosotros los completamente culpables de este problema? En Pasco, más del 56% de los niños entran al sistema escolar hablando un idioma diferente al inglés, lo que influye en su capacidad para rendir en los exámenes estandarizados estatales, como el Smarter Balanced Assessment (SBA), el cual se administra en inglés.

La superintendente explicó lo siguiente:
“El examen estatal se administra en inglés, y muchos de nuestros estudiantes no tienen el nivel de inglés necesario para demostrar su verdadero potencial académico en estas pruebas.”

Whitney hizo hincapié en que esta evaluación única no refleja todo el desarrollo de los estudiantes. Destacó que, aunque algunos llegan al kindergarten con un “retraso”, el sistema escolar trabaja arduamente para cerrar esas brechas a lo largo del tiempo. A pesar de los esfuerzos del distrito, el examen estatal sigue siendo una medida de referencia en la que los estudiantes de Pasco, en muchos casos, no alcanzan los estándares de competencia requeridos. Este test estandarizado se aplica en matemáticas y lectura, y los resultados en el distrito han reflejado un bajo rendimiento en comparación con el promedio estatal. Sabemos que el Distrito Escolar de Pasco tiene grandes programas bilingües, entonces, ¿por qué no mejoramos? Sin embargo, la superintendente argumenta que estos resultados son solo una parte del panorama. “Si observamos el crecimiento de nuestros estudiantes a lo largo del tiempo, vemos que avanzan más rápido que el promedio estatal,” afirmó.

El comentario sobre los niños de cinco años con “mentalidad de tres años” refleja su preocupación por la falta de preparación previa a la educación formal, un aspecto que, según ella, puede mejorarse con una mayor inversión en programas de educación temprana. “La educación temprana es clave. Por cada dólar que invertimos en preescolar, estamos haciendo una inversión de 11 dólares en su éxito futuro.”

Añadiendo a este panorama, se suman los comentarios de exalumnos del Distrito Escolar de Pasco, especialmente de Pasco High School, quienes explican una gran desconexión que comenzó con la falta de apoyo de los profesores y directores. Explican cómo, textualmente, les dijeron que nunca llegarían lejos y que mejor trabajaran en McDonald’s, sin mencionar el bullying que se fomentaba y la falta de apoyo hacia la comunidad. Es ahí donde me pregunto: ¿qué hace el Distrito Escolar de Pasco para mejorar estos problemas? En la pasada gala de la Tri-Cities Hispanic Chamber of Commerce, se dio a conocer la falta de apoyo que recibieron estos grandes miembros de la comunidad, mencionando cómo Pasco High School jamás les dio esperanzas. A pesar de ello, hicieron hincapié en que nada es imposible y que, con arduo trabajo y esfuerzo, lograron romper barreras.

Esto no es nada personal contra la superintendente o los miembros de la junta escolar de Pasco, pero, a mi parecer, esos comentarios buscan esconder la incompetencia o la falta de apoyo que el sistema escolar de Pasco está recibiendo o recibió en el pasado. ¿Cómo es posible que un distrito que se enorgullece de sus programas bilingües y de sus esfuerzos por cerrar la brecha educativa permita que sus propios estudiantes se sientan abandonados? Es fácil hablar de progreso, de inversión en la educación temprana y de ‘cierre de brechas’, pero la realidad es mucho más cruda. Estos exalumnos nos recuerdan que la falta de expectativas y la desmotivación provienen, en gran parte, del propio sistema que debería impulsarlos a soñar más alto.

Me pregunto, ¿cuántos otros jóvenes han escuchado frases similares? ¿Cuántos se han visto empujados a aceptar que su único futuro viable es detrás de una caja registradora o trabajando en el campo, en lugar de ser incentivados a perseguir sus verdaderos sueños? Es imposible ignorar que este tipo de comentarios no solo demuestran un desdén alarmante, sino que son el reflejo de un sistema roto. Es hora de que Pasco deje de hablar y comience a actuar, porque los estudiantes de esta comunidad merecen mucho más que promesas vacías y excusas.

Al final del día, lo que estos testimonios revelan es un patrón preocupante: un distrito que habla de excelencia pero que, en la práctica, se queda corto, dejando a su juventud con una dolorosa lección: la falta de fe en sus propios estudiantes. El verdadero problema no está solo en los niveles de desarrollo infantil, sino en la falta de visión y compromiso de quienes dirigen este sistema. 

¡Ya basta de palabras! Es hora de que el Distrito Escolar de Pasco enfrente la realidad y comience a construir un futuro en el que cada estudiante, sin importar su origen, sienta que puede lograr lo que se proponga.


English translation:

Pasco, Washington — During the city council meeting in Pasco on September 23, School District Superintendent Michelle Whitney addressed a delicate issue that has generated diverse reactions: the educational gap among students. She revealed something that, frankly, no one saw coming. In her words, many children enter the school system with developmental levels that do not correspond to their age. “Around 40–45% of our students enter our system with a developmental level equivalent to that of a three year old, when it is expected that they have the capacity of a five year old.”

The superintendent explained that the origin of this delay is due to multiple factors, including socioeconomic difficulties, lack of access to early education, and the challenges faced by students from homes where another language is spoken. It is known that 55.6% of Pasco’s population is Hispanic. So, are we the ones entirely responsible for this problem? In Pasco, over 56% of children enter the school system speaking a language other than English, which influences their ability to perform on state standardized exams, such as the Smarter Balanced Assessment (SBA), which is administered in English.

The superintendent explained:
“The state test is administered in English, and many of our students do not have the necessary English proficiency to demonstrate their true academic potential on these exams.”

Whitney emphasized that this single evaluation does not reflect the full development of the students. She pointed out that although some enter kindergarten with a ‘delay’, the school system works hard to close these gaps over time. Despite the district’s efforts, the state test continues to be a benchmark measure in which Pasco students, in many cases, do not meet the required proficiency standards. This standardized test is applied in math and reading, and the results in the district have shown low performance compared to the state average. 

We know that the Pasco School District has great bilingual programs, so why aren’t we improving? The superintendent argues that these results are only part of the picture. “If we look at the growth of our students over time, we see that they are progressing faster than the state average,” she said.

The comment about five year olds with a ‘three-year-old mindset’ reflects Whitney’s concern about the lack of preparation before formal education; an aspect that, according to her, can be improved with greater investment in early education programs. “Early education is key. For every dollar we invest in preschool, we are making an eleven-dollar investment in their future success.”

Adding to this picture were comments at the city council meeting from former students of the Pasco School District — mostly from Pasco High School — who explained a great disconnect that began with a lack of support from teachers and principals. They described how they were literally told that they would never go far, and that they should just work at McDonald’s — not to mention the bullying that was fostered and the lack of support for the community. It makes us ask the question: What is the Pasco School District doing to improve these problems? 

At a recent gala put on by the Tri-Cities Hispanic Chamber of Commerce, prominent members of the community highlighted the lack of support that they received in school, some mentioning how Pasco High School never gave them hope. Despite this, they emphasized that nothing is impossible and that, with hard work and effort, they managed to break barriers.

This is nothing personal against the superintendent or the members of the Pasco school board, but in my opinion, these comments seek to hide the incompetence and lack of support that the Pasco school system is currently receiving (or has received in the past). How is it possible that a district that prides itself on its bilingual programs and efforts to close the educational gap allows its own students to feel abandoned? It’s easy to talk about progress, investment in early education, and closing gaps, but the reality is much harsher. These former students remind us that the lack of expectations and motivation comes largely from the very system that should be encouraging them to dream higher.

I mean, how many other young people have heard similar phrases? How many have been pushed to accept that their only viable future is behind a cash register or working in the fields, instead of being encouraged to pursue their true dreams? It’s impossible to ignore that these kinds of comments not only show alarming disdain, but are also a reflection of a broken system. It’s time for Pasco to stop talking and start acting, because the students of this community deserve much more than empty promises and excuses.

At the end of the day, what these testimonies reveal is a troubling pattern: a district that talks about excellence but, in practice, falls short, leaving its youth with a painful lesson — the lack of faith in their own students. The real gap is not just in the levels of child development, but in the lack of vision and commitment from those who run this system. 

Enough with words! It’s time for the Pasco School District to face reality and start building a future where every student, regardless of their background, feels they can achieve what they set out to do.


Sergio Acuña es un activista y estudiante latino, y el Director de Noticias de El Vuelo Informativo en Alcon Media LLC.

Sergio Acuña is a Latino activist and student, and the News Director of El Vuelo Informativo at Alcon Media LLC.


Este artículo es presentado por El Vuelo Informativo, una asociación entre Alcon Media, LLC y Tumbleweird, SPC.

This article is brought to you by El Vuelo Informativo, a partnership between Alcon Media, LLC and Tumbleweird, SPC.